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Celedonio García

El olímpico Dionisio Carreras

El olímpico Dionisio Carreras

El equipo español en la Olimpiada de París de 1924 con Carreras (sentado), el segundo por la izquierda

HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS

Especial Atlanta 1996   LOS ARAGONESES EN LOS JUEGOS OLÍPICOS 

Publicado en la revista Atletismo Aragonés, Nº 13, Mayo-Junio de 1996 

Celedonio García Rodríguez

     Mucho ha llovido desde que un día de julio de 1924 entrara en el estadio de Colombes para finalizar la maratón olímpica de París Dionisio Carreras. El corredor de Codo conseguía para el atletismo español un noveno puesto. Aragón ya hacía historia hace 72 años e iniciaba con letras de oro el libro de los olímpicos de nuestra región. Pocos han sido los privilegiados y su recuerdo quedará imborrable para el deporte aragonés en la disciplina reina de los Juegos olímpicos. Dionisio Carreras, Alfonso Carlos de Andrés, Alberto Esteban, Luis María Garriga, José Casabona, Alberto Solanas, Javier Moracho, Ester Lahoz y Alvaro Burrell ya han dejado una huella imborrable en nuestro deporte.

    Dionisio Carreras Salvador es el precedente y abrió la historia de aragoneses que disputaron la Olimpiada, fue en 1924 y el lugar París. El corredor de Codo finalizó en el puesto noveno (el mejor de cualquier español que disputó una maratón, hasta que Diego García igualó su clasificación en Barcelona 92).

    Dionisio Carreras, conocido como el “Campana”, nació en Codo en 1890. Se inició en el atletismo participando en las corridas de “pollos” de su pueblo y de los de la comarca de Belchite. Cuando comenzó a participar en carreras lo hacía descalzo.

    Su padre, Francisco Carreras, ya fue un consumado andarín. Si a Dionisio le surgía alguna carrera y tenía que preparar un costal o una carga de esparto, hacía la tarea por la noche y al día siguiente iba a correr.

    El Real Zaragoza se fijó en él y le fichó, ofreciéndole un trabajo; primero en el cubrimiento del río Huerva y después de conserje en las instalaciones del Real Zaragoza.

    Su rendimiento deportivo habría sido mayor si hubiera renunciado a algunos vicios; fumaba mucho, a veces bebía...

    El triunfo más importante de su trayectoria deportiva lo obtuvo al año siguiente del nacimiento de la Federación Aragonesa de Atletismo, clasificándose en noveno lugar en la maratón de la Olimpiada de París de 1924. Según se dijo, pudo obtener un puesto mejor si no se hubiera equivocado en el recorrido cuando faltaban pocos kilómetros para llegar a meta. Carreras ya era algo maduro cuando corrió en París (34 años). Partieron 56 atletas y el corredor de Codo llegó el noveno en un tiempo de 2 horas, y 50 minutos al estadio de Colombes.

    Otros hechos que adornan su historial son el primer título nacional de maratón en Barcelona o sus cuatro vueltas pedestres a Zaragoza. Una enfermedad le impediría participar en la Olimpiada de Amsterdam de 1928.

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