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Celedonio García

PINA DE EBRO. El Toro de San Juan

PINA DE EBRO. El Toro de San Juan

Foto: C. García

Viernes, 24 de junio de 2005

Colaboración leída en el programa “Hoy por hoy” de Radio Zaragoza, dirigido por David Marqueta, durante la entrevista al alcalde de Pina D. José Zumeta.


            ¡Hola, amigos!

            San Juan ha llegado. Antaño, como canta Labordeta, los segadores bajaban del Pirineo a la tierra llana:

Ya llegó la sanjuanada

¡ojalá que no llegara!,

se han marchado mis amores

a segar a la ribera…

            En la noche de San Juan se celebra la fiesta del agua y del fuego. Es la noche mágica por excelencia.

            En Pina de Ebro también conservan un ritual típico de las fiestas solsticiales ibéricas, el culto al toro. A mediados del siglo XIX, los mayordomos organizaban el denominado “alarde de San Juan”. La procesión o “alarde” iba encabezada por el “toro de sogas”, un toro bravo engalanado y amarrado por dos sogas o maromas.

            La imagen del Santo iba custodiada por los sargentos con alabardas y los abanderados, y a su alrededor danzaba una cuadrilla de moros y cristianos. Se representaban pantomimas y se cantaba:Matutes de Pina,matutes seránque llevan al torodelante de San Juan.

            En Pina, además, veneran a San Antón, con hogueras; a San Blas, con dance; a San Gregorio, con romería, y a la Virgen y San Roque, en sus fiestas mayores.

            En el casco antiguo podemos contemplar un conjunto urbano típico. Destaca la iglesia parroquial de Santa María y el convento de los franciscanos. Una copla resume lo más famoso:

Cuatro cosas tiene Pina

de fama en el mundo entero,

las chicas, la plaza

los bizcochos y el paseo.

            Joaquín Costa recogió varias expresiones de las tierras meridionales de la provincia de Huesca. Cuando soplaba viento del valle del Ebro se decía:

            El “aire de Pina, llena la badina”, o, “aire de Pina, lluvia fina”.

            Un personaje popular, posiblemente inventado, fue la Lucía de Pina. Realizaba algunos hechos prodigiosos:

            “La Lucía de Pina, meaba a un lado del río Ebro y llegaba al otro”.

            Se decía para dejar mal a las chicas, pero la copla las pone en su lugar:Una muchacha de Pina,y otra de Bujaraloz,se jugaron la hermosuray la de Pina ganó.

            Todavía permanece el recuerdo de la barca.

Me despido de la barca

y adiós le digo al barquero

que ya está llegando el puente

que soñaba Pina de Ebro.

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